La avispa asiática (Vespa velutina) es una especie de avispa de la familia de los véspidos originaria de China.
Esta avispa, al igual que otras de su género, se alimenta de insectos (hormigas, mariposas, pulgones etc.), pero también de abejas, aunque esta especie es más agresiva que otras. Es fácilmente distinguible por su tórax y su abdomen de color negro, exceptuando el cuarto segmento, de color amarillo. Sus patas de color marrón destacan por sus extremos amarillos. Sus alas son de un color oscuro. Es una especie diurna. Está naturalmente aclimatada a un medio ambiente subtropical templado. Se encuentra en el continente asiático hasta el norte de la India y en las montañas de China, en las zonas geográficas donde el clima es similar al del oeste de Europa (esto explica su buena adaptación en Europa).
El tamaño varía según el alimento, el paraje y la temperatura, aunque es una de las especies de mayor tamaño.
Una vez que viene de otras zonas, la reina fundadora pasa el invierno al abrigo del frío y cuando vuelve el calor primaveral estas reinas fundadoras comienzan a crear el nido en el que pone unos cuantos huevos y cuida las primeras larvas de las cuales aparecerán en un mes o mes y medio más tarde, dependiendo de la temperatura, las obreras adultas que se harán cargo de la construcción del nido y del mantenimiento de la colonia. La reina entonces se dedicará el resto de su vida a poner huevos. Con la aparición de las obreras, la actividad de colonia aumenta considerablemente y el tamaño del nido también aumenta, alcanzando el tamaño máximo en otoño.
La colonia se compone sólo de obreras (hembras estériles) hasta la nueva generación de sexuados machos y hembras que se desarrolla a finales del verano. La vieja reina muere poco antes de la aparición de sexuados en el enjambre. El resto de la colonia muere a principios del invierno.
Por otra parte, la Vespa Velutina es un animal diurno, sale del nido únicamente de día y vuelve todas las noches al nido en su ciclo vital de entre 30 y 60 días una vez que han superado su estadio larvario.
Desde su primera detección en la CAPV, se ha producido una rápida progresión en el número de colonias de esta especie. En efecto, en 2011 aumentó espectacularmente su presencia y distribución en Gipuzkoa, con más de 900 nidos identificados y destruidos en este territorio en 2012, momento en el que ya se detectó su presencia en Bizkaia y en Araba.
El notable éxito invasor de esta especie se explica por su buena adaptación a nuestras condiciones climáticas y ambientales y a la ausencia de enemigos naturales eficientes.
Por lo que respecta a su comportamiento, aunque nidifica mayoritariamente en árboles (50% de los nidos), puede también utilizar casi cualquier zona de abrigo ventilada, por lo que es frecuente encontrarla también en zonas urbanas En cuanto a su dieta, se alimenta de frutos maduros e insectos, en particular otros himenópteros sociales, y es manifiesta su voracidad hacia las abejas. Dependiendo del medio en el que se hallen los nidos, las abejas pueden llegar a constituir el 75% de sus capturas, lo que la convierte en una especie muy problemática para el sector agrario y, en particular, el apícola.
Para realizar un control efectivo, es fundamental la detección temprana de nidos y su destrucción, actividad que están realizando las DDFF (y los ayuntamientos de Gipuzkoa). A partir de la información proporcionada por dichas instituciones, es posible tener una imagen general y actualizada de la distribución de esta especie.
Como se puede comprobar a través del ciclo biológico, las hembras obreras no tienen capacidad reproductora y ello es debido a que mientras que se encuentran en el mismo nido de la reina fundadora, esta desprende una hormona que impide que las obreras se vuelvan reproductoras. Cuando la reina reproductora muere y se deja de desprender esa hormona en el nido, las jóvenes obreras se vuelven sexuadas, por lo que pueden crear otros nidos.
Si se dispara al nido, lo que ocurre es que no se mata a todos los individuos y se les obliga a abandonar el nido. Como consecuencia, deja de tener efecto sobre ellas la reina fundadora, y todas esas obreras que antes no podían por el efecto de la reina fundadora se vuelven reinas. Al final, después de disparar al nido, lo que ocurre es que en lugar de haber un nido se crea un conjunto de nidos que puede alcanzar hasta los 20 nidos.
Por esta razón, disparar a los nidos no sólo no es eficaz, sino que es contraproducente.
Por otra parte, ocurre lo mismo si se retira el nido durante el día, por ello, lo que el Museo Nacional de Historia Natural de Francia (entidad pionera en el estudio de Vespa Velutina en toda Europa y líderes en su investigación) recomienda, es la retirada de estas colmenas durante el amanecer o el anochecer después de haber tapado el agujero de salida.
El mayor indicio de que un nido de avispa puede ser de Vespa Velutina es el agujero de salida. Mientras que entre las avispas autóctonas el agujero está a media altura y puede haber más de uno, en el nido de la Vespa Velutina el agujero es único y está en la parte inferior (en la base) del nido.
Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Vespa_velutina - http://www.avisosneiker.com/c/plagas/avispa-vespa-velutina/ - http://enba.es/es/albisteak/241-el-porque-no-se-debe-disparar-a-los-nidos-de-vespa-velutina
Fotos: Jose Mesa (jmargazki)
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