Por lo general, al cementerio se va o a despedir a un ser querido o a que te despidan a ti y es obvio que en ninguno de los dos casos uno está para fijarse en el entorno.
Sin embargo, aprovechando que el pasado Sábado se organizo dentro del curso de fotografía de Zamudio una salida a el cementerio de Bilbao (situado en la localidad de Derio), descubrimos otra forma de acudir a un camposanto y así descubrir el gran patrimonio artístico que encierran estos recintos.
Quizá a primera vista la propuesta pueda resultar algo macabra,
pero puede que cambies de opinión y te apuntes, por ejemplo, al recorrido guiado que la necrópolis de Bilbao, miembro de la Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE), ofrece de forma gratuita y por el que ya han pasado turistas chinos, estadounidenses, mexicanos o franceses.
Considerada la necrópolis más importante del País Vasco el Cementerio de Bilbao está situado entre los términos municipales de Zamudio y Derio. Su inauguración tuvo lugar el 27 de abril de 1902, teniendo como arquitectos a Edesio de Garamendi y Enrique de Epalza. Su extensión alcanza unos 208.566 metros cuadrados donde han recibido sepultura unas 400.000 personas, aunque cuenta con 28.663 concesiones.
El cementerio de Derio es un auténtico museo de la estatuaria vasca de la primera mitad del siglo veinte. Muchos de los creadores son conocidos, pero hay también presencia anónima.
Este cementerio es una auténtica obra de arte desde el principio hasta la última de sus tumbas. La entrada tiene intereses componentes de arquitectura neoclásica. Las tumbas más llamativas están en torno a la plaza de Begoña, presidida por una escultura-mausoleo del dios Cronos en recuerdo de los 44 niños fallecidos en el Cine Circo del Ensanche de Bilbao en 1912, obra de Higinio Basterra. Ahí se pueden apreciar apellidos como Ybarra, Chávarri, Martínez de las Rivas o Pradera.
Destacan las siguientes obras de arte: El sarcófago de Casilda Iturrizar, la piedad de mármol blanco del panteón de Amalia Ulacia, obra de Quintín de Torre, y numerosos panteones obra de artistas como Federico Sáenz Venturini, Ricardo Iñurria, Joaquín Lucarini, Manuel e Higinio Basterra, Quintón de Torre, Valentín Dueñas, Enrique Barros, Juan Daniel Fullaondo y Nemesio Mogrobejo.
Este cementerio es un excelente testimonio del poderío económico que tuvo Bilbao en el siglo XX.
Fuentes: http://metroo.es/b/derio/cementerio-derio/
http://www.elcorreo.com/vizcaya/ocio/gps/planes/301009/planes-cementerios.html
Fotos: Jose Mesa (jmargazki)
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